El evangelio va acompañando a las personas en su propio proceso de madurez humana. Por medio de las diversas acciones pastorales promovemos procesos de acompañamiento, atendiendo y cuidando el crecimiento en la fe de los niños y jóvenes, tanto a nivel personal como comunitario.
Desde nuestro carisma de la Presentación anunciamos la buena noticia del Evangelio, adaptándonos a los tiempos y lugares.