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Otra realidad misionera a la que da respuesta la
comunidad es el trabajo que se realiza en Semana Santa en los caseríos
ubicados en la orilla del río Orinoco, cerca del pueblo de Piacoa.
En este pueblo vive una comunidad religiosa de padres claretianos que
realizan su trabajo allí durante todo el año. Desde el año
1999, la comunidad los apoya con su presencia en los días santos.
Esta misión no exige mucho, sólo la presencia y el acompañamiento
de las hermanas y misioneros para las personas que viven allí;
la cercanía desde el trabajo sencillo que se realiza en estos tiempos;
el sacrificio que supone el desprenderse de las comodidades para compartir
y vivir con la gente su pobreza y sobre todo, su necesidad de Dios.
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