Comenzamos la mañana celebrando la Eucaristía con motivo de nuestra fiesta de la Presentación de la Virgen Niña.
Nos felicitamos y pedimos a Dios y a María Niña que nos ayude cada día a acercarnos al Señor sin miedo y ser valientes para decir Si a Dios como María. Ella pudo afrontar todo lo que se le presentó en la vida porque confió en Dios y tuvo valor para responder.
Nos sentimos todos invitados a abrir el corazón al Señor y cantar a nuestra Niña María celebrando la obra de Dios en Ella, que es también la obra de Dios en nosotros.