Me bautizaron como “Unidad Educativa Colegio de La Presentación”, el 5 de octubre de 1953, mis creadoras (o madres) fueron las hermanas Eucaristía Pascual, Carmen Ocaña, Inés Islas y María del Sagrado Corazón.

Comencé teniendo unas instalaciones muy pequeñitas. Al principio, las hermanas sufrieron mucho pues venían de lugares más amplios, pero como casi siempre, uno no tiene la culpa de los inicios ni de lo que hacen los mayores. Bueno, no quiero ponerme melancólico, pero la vida resulta interesante, al recordar momentos que no volverán. Poco a poco fui creciendo ¡y de qué manera!, gracias al esfuerzo y dedicación de valientes mujeres y generosas personas que no escatimaron en hacerme lo que hoy soy.

Muchas alumnas y exalumnas me llaman La Presentación, resulta más familiar y me siento querido. Los días en que estoy más feliz son cuando hay clases, ¡qué divertido y alegre resulta todo!. Porque no me van a decir ustedes, que no es agradable escuchar: saludos de niñas, de representantes, de mamás, de hermanas, de docentes...; la algarabía en los salones; la atención de tantas niñas compartiendo sus conocimientos, aprendiendo cosas y los recreos.

Otra cosa que disfruto es guardar silencio cuando escucho los secretos compartidos en los pasillos, en los baños, en la terraza o en la capilla, mejor será quedarme callado. Es muy bueno que además de la formación académica, sea yo el espacio donde puedan sentirse en familia, conseguir personas con quienes puedan compartir, hacer juegos, reír o cantar juntas.

  ¡Ah! y en mi vida no pueden faltar dos de mis grandes pilares: Dios y la Virgen Niña. Por eso una de mis canciones preferidas es:
HOY ES LA FIESTA...

  Porque una flor al colegio del cielo ha bajado,
con su perfume el ambiente se hace alegría
y las flores cantando y rezando celebran alegres
su Niña María.

Noviembre siempre será mi mes preferido. Todos los años siempre son nuevos, cada grupo pone lo mejor. Además, el toque femenino y delicado de cada una de mis niñas incluida la Niña María me hace sentir orgulloso del nombre que llevo: La Presentación. Y aunque por ser colegio resulto masculino no lo soy, porque represento a la mujer niña, mujer adolescente, mujer joven, mujer adulta, mujer comprometida, mujer religiosa, mujer madre, mujer abuela, y a la Virgen María, ideal de toda mujer y al Dios con rostro de mujer llena de alegría, acogedora, amiga, fiel. Por eso hoy y siempre seré un colegio con belleza y aroma de mujer.